Ha llegado mi cambio de estación favorito; cuando estar al sol ya no es un martirio y la luz de las mañanas cambia y mi casa al mediodía es un paraíso y no un horno quema-personas.
Dura muy poco, pero me encanta porque me da una sensación tremenda de atemporalidad.
Hace 5 años debía estar en el que por aquel entonces era mi balcón pensando exactamente lo mismo que ahora, como mola.
Todo cambia, y la vez, todo vuelve a repetirse, mi paso por el mundo es totalmente insignificante, y me da igual.
Sed felices y haced el amor, el sol sale para todos y eso no se puede pagar con dinero.
Harvey (en su estado mental más hippie)
Hace 5 años, un balcón, pensamientos al azar...
ResponderEliminarSí, hay cosas que no pueden pagarse con dinero: olores, sensaciones, momentos, etc.
Pero no es lo mismo oler mierda, sentirse un asco y no tener momentos de paz... El dinero ayuda a mejorar todo eso, pese a que el pago no se haga en efectivo :)